sábado, 5 de mayo de 2012

Por la liberación de los Cinco Hasta que la solidaridad cercene los barrotes


. Orlando Guevara Núñez
La solidaridad con los Cinco ensancha sus cauces en diversas latitudes del Mundo. Millones de voces se levantan para denunciar la injusticia y exigir la libertad inmediata y el regreso de los patriotas cubanos junto a sus familiares y su pueblo.
El gobierno de los Estados Unidos no solo fraguó  contra Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René un juicio plagado de mentiras , violatorio de las leyes y de la Constitución de esa nación auto proclamada como modelo de democracia, de justicia y de derechos humanos. Ahora se ha empeñado en obstaculizar el último recurso legal, el de hábeas corpus, para liberar a los Cinco, desperdiciando así  la oportunidad de lavar la mancha  extendida  sobre la faz el sistema judicial norteamericano.
Le temen al análisis de las pruebas de inocencia ya expuestas y a las nuevas que han surgido. Saben que las ilegalidades comienzan desde la propia detención de los Cinco, su encausamiento, la designación de Miami como sede del juicio, la fabricación de argumentos falsos, la obstaculización de la labor de los abogados de la defensa, el pago a periodistas mercenarios para calumniar a los héroes cubanos y el dictamen de sentencias extremas, hasta las transgresiones de las normas penales y el derecho de los prisioneros y sus familiares establecidas en ese país e internacionalmente.
Saben perfectamente quienes impusieron las condenas, que ninguno de los Cinco realizó labores de espionaje, ni atentó contra la seguridad de los Estados Unidos, ni conspiró para cometer asesinato. Saben que para poder condenar, tuvo el gobierno norteamericano que subordinar la justicia a la injusticia, la verdad a la mentira, y convertir el juicio, más que en un hecho judicial, en una maniobra política.
Saben que la misión de los Cinco fue penetrar a grupos terroristas que desde ese territorio, con plena impunidad, actuaban y actúan contra el pueblo cubano.
Esa es la verdad que hoy se abre paso en todo el mundo, incluyendo las propias entrañas de los Estados Unidos. Cientos de comités de solidaridad, de activistas, de organizaciones solidarias, de foros internacionales, de personalidades, incluyendo gobiernos, se movilizan, conscientes de que sólo esa acción podrá convertirse en fuerza decisiva para liberar a los Cinco.
Se sabe que el presidente Barack Obama está facultado para firmar la liberación de los Cinco, anulando las injustas condenas, incluida la sanción adicional a René. Por eso, hasta él llegan a diario mensajes de instituciones, organizaciones y personas con la solicitud de que lo haga de forma inmediata. Sería, a la vez, un acto de justicia y de humanismo.
Los cubanos no renunciaremos a esa lucha por la liberación de nuestros hermanos. Y seguiremos exigiendo justicia hasta que Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René estén de nuevo entre nosotros.


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