viernes, 27 de enero de 2012

José Martí, presente siempre para el pueblo cubano




.Orlando Guevara Núñez

Mañana, 28  de enero, los cubanos  rendiremos homenaje a nuestro Héroe Nacional, José Martí, en el aniversario 159  de su natalicio. Aquí, en Santiago de Cuba, en el cementerio de Santa Ifigenia, reposan sus restos venerados.
Martí no  fue solo héroe de la independencia cubana, sino también  de la independencia de nuestra América, de la cual se erigió  en ardiente defensor.
Recuerdo que antes del triunfo revolucionario de enero de 1959, la historia no presentaba al Martí poeta, maestro y escritor, pero escondía su obra revolucionaria, su labor organizativa y patriótica en aras de la verdadera libertad e independencia de Cuba.
El Martí antiimperialista y latinoamericanista no era estudiado en nuestro sistema de enseñanza, salvo excepciones nacidas de las convicciones  de maestros que inculcaban a sus alumnos la prédica martiana y la contraponían a la situación imperante, alejada totalmente de lo que nuestro Héroe Nacional ansió para su Patria.
No fue casual que cuando en el juicio seguido por estos sucesos, uno de los juzgados sin tener participación, le preguntara a Fidel si no era cierto que él no era autor intelectual del asalto, el jefe de la acción le contestara que nadie debía preocuparse de que lo acusaran de ser autor intelectual del asalto, por el verdadero actor intelectual  era José Martí.
En su alegato de autodefensa por esos hechos, el 16 de octubre de 1953, Fidel afirmaría ante el Tribunal que al final lo condenó a 15 años de privación de libertad: Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive,  no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo es fiel a su recuerdo; hay cubanos que han caído defendiendo sus doctrinas, hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba, a darle su sangre y su vida para que él siga viviendo en el alma de la patria. ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!
Así, José Martí inspiró no solo la rebeldía para alcanzar la libertad e independencia. Ha inspirado al pueblo cubano en la edificación de la obra revolucionaria que durante más de medio siglo no solo ha construido, sino también defendido frente a las más brutales agresiones del gobierno imperialista de los Estados Unidos.


lunes, 9 de enero de 2012

Por motivos de salud y viajar fuera de mi provincia, me veré imposibilitado, durante el resto de este mes de enero, de ubicar nuevos trabajos en este espacio. En febrero, nos encontraremos de nuevo.
Con un abrazo fraterno,

Orlando Guevara Núñez

Sobre las cenizas de La Plata una gigantesca escuela


 .Orlando Guevara Núñez

La Plata, primer combate victorioso del naciente  Ejército Rebelde, marcó hitos importantes en el ulterior desarrollo de la guerra revolucionaria hasta el triunfo final contra la sangrienta tiranía que durante siete años hundió al país en el oprobio y el crimen.
El 17 de enero de 1957, a mes y medio del desembarco del Granma, y luego del descalabro de Alegría de Pío, el pequeño grupo dirigido por Fidel, integrado entonces por 29 hombres, protagonizó ese combate.
El núcleo guerrillero lo formaban 18 expedicionarios, ocho campesinos y tres combatientes enviados por el Movimiento Revolucionario 26 de Julio desde Manzanillo. Era la época en que todavía se contaba con más hombres que armas, pues éstas sumaban sólo 24.
Para el ataque, fueron formados por Fidel cuatro pequeños grupos, integrados de la forma siguiente: Fidel Castro, el máximo jefe guerrillero, con  Ernesto Guevara (Che), Calixto García, Manuel Fajardo, Luis Crespo y Universo Sánchez. Otro grupo estuvo encabezado por Raúl Castro y lo integraron Ciro Redondo, Efigenio Aimejeiras, Armando Rodríguez y José Morán (luego traidor).
Juan Almeida Bosque, tuvo a su mando a Guillermo García, Crescencio Pérez, Manuel Acuña, Ignacio Pérez, Sergio Acuña y Sergio Pérez. Y otro grupo fue dirigido por Julito Díaz e integrado por Camilo Cienfuegos, Calixto Morales y Reynaldo Benítez.
Cuatro combatientes recibieron la misión de custodiar al chivato Chicho Osorio y a otros detenidos civiles. Ellos fueron: Daniel Motolà, Julio Zenón, Yayo Castillo y Nango Rey.

Una ráfaga disparada por Fidel, inició el combate alrededor de las 2:00 de la madrugada, extendiéndose durante unos 40 minutos. El pequeño cuartel, ubicado en la zona costera, estaba ocupado por cinco soldados y cinco marineros, bajo el mando de un sargento.
El saldo final fue de dos muertos y cinco heridos por parte del enemigo. De los heridos, tres fallecieron después. Nueve fusiles y una ametralladora pasaron a manos de los rebeldes, quienes, por primera vez, contaban con más armas que hombres. La guerrilla no tuvo ni muertos ni heridos. La victoria había sido total.
La victoria de La Plata, demostró que la guerrilla existía, que no había sido aniquilada como lo  informaba la dictadura batistiana. Ratificó  la  decisión rebelde de mantener la lucha armada, así como también su capacidad no sólo para emprender acciones contra las fuerzas enemigas, sino también para vencerlas. Fue, además, un factor importante para el crecimiento del apoyo campesino y de los luchadores clandestinos a la guerra revolucionaria recién iniciada.
Se iniciaba con esa acción, el método de lucha guerrillero, obligando a las fuerzas de la tiranía a combatir de una forma en la cual no estaban preparadas, ni podrían tener éxito durante toda la guerra.
Dos aspectos que caracterizaron al Ejército Rebelde hasta el mismo triunfo revolucionario, estuvieron presentes en La Plata. El primero, arrebatarles las armas al enemigo. Segundo, la ética, el respeto a los vencidos.
En los apuntes de su diario, el hoy General de Ejército Raúl Castro señaló sobre el combate de La Plata. “Le prendí fuego al cuartel, la única casa que quedaba sin arder y después de colocar los heridos distantes del fuego, nos marchamos. El herido que me regaló el cuchillo, creyendo que nos íbamos, empezó a gritar lastimosamente: ´No me dejen solo que me muero´. El ignoraba que momentos después volverían tres de sus compañeros con medicinas nuestras para curarlos”.
En otra parte de sus notas, Raúl plasma con nitidez los principios del naciente Ejército Rebelde: “Tomamos rumbo hacia el campamento. Me puse al lado de un prisionero y echándole un brazo por arriba de los hombros, así fui hablando con él de la ideología de nuestra lucha, del engaño de que eran víctimas ellos por parte del  gobierno y todo lo concerniente al tema que el tiempo y lo corto del camino nos permitió. El me pidió que anotara su nombre y que en el futuro no me olvidara de él, ya que era pobre, que mantenía a su mamá, y él no sabía lo que iba a pasar. Nos despedimos de los prisioneros con un abrazo, soltamos a los civiles presos. Unos de ellos nos serviría de guía” (…)
Transcurridos 54 años de la histórica victoria de La Plata,  primer triunfo que abrió el camino hacia el 1ro. de enero de 1959, se cumple con creces el vaticinio hecho por Raúl cuando los guerrilleros regresaban a las montañas luego de terminado el combate: “Desde lo lejos, se veían arder sobre los cuarteles de la opresión, las llamas de la libertad. Algún día no lejano, sobre esas cenizas levantaremos escuelas”.
Hoy, la Patria toda es una gigantesca escuela. Y las llamas de La Plata, continúan iluminando el camino de la Revolución.

Rubèn Martínez Villena Su ideal presente en nuestra obra


.Orlando Guevara Núñez

La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Truècase en polvo el cráneo pensador, pero viven perpetuamente y fructifican las ideas que en él se elaboraron. Con este pensamiento martiano evocamos cada 16 de enero la vida y obra del luchador revolucionario cubano Rubèn Martínez Villena, fallecido en esa fecha de 1934.
Había nacido en Alquìzar, La Habana, el 20 de diciembre de 1899, apenas un  año después de una de las frustraciones políticas más traumatizantes para el pueblo cubano: la intervención norteamericana en Cuba, mediante la cual nuestro país pasó, de colonia de España, a neocolonia de los Estados Unidos.
De sus padres y maestros se nutrió su  educación patriótica  desde niño. Pero sus profundas convicciones de revolucionario, de comunista, latinoamericanista, internacionalista y antiimperialista, tuvieron su crisol en la lucha.
Rubèn Martínez Villena  estudió con profundidad el pensamiento martiano y comenzó sus luchas tratando de que Cuba fuera como la había concebido y quería para ella nuestro Héroe Nacional. El ideario martiano tuvo en él no sólo a un admirador, sino a un luchador para materializarlo.
Al estudiar el pasado histórico cubano, el joven Villena comprendió con celeridad los grandes males que aquejaban a la nación. Y en su afán de erradicarlos, evolucionó no sólo en las vías para lograrlo, sino también en los grandes objetivos políticos, económicos y sociales que irían a la raíz de los problemas.
A los valores del pensamiento martiano, se unen en Villena las enseñanzas de Carlos Baliño y las de Julio Antonio Mella, a quien había conocido en 1923. Cada  paso político radicaliza su formación como dirigente, como pensador y como luchador activo.
La Protesta de los Trece, está reconocida como su primera acción política de envergadura, que marcó la aparición en la historia cubana de una nueva generación de intelectuales con ideas revolucionarias. Su protagonismo en organizaciones como Falange de Acción Cubana, el Grupo Minorista y el Movimiento de Veteranos y Patriotas, formaron parte de su desarrollo.
Pero es su encuentro con Julio Antonio Mella, fundador del Partido Comunista de Cuba, un factor decisivo que convierte a Villena en un dirigente de talla superior. Hasta ese momento, sus luchas se circunscribían a objetivos limitados, que adquieren mayor dimensión cuando Mella le enseña que los problemas del país requerían de una revolución económica, política y social, antiimperialista y de los trabajadores.
Un reflejo de esa evolución es cuando en 1924 escribe en la revista Venezuela Libre, órgano de la Liga Antiimperialista, dirigida por Mella,  que la publicación no solo tiene el fin de luchar desde la tierra de Martì por devolver a la civilización y la democracia a la tierra de Bolívar, sino librar de obstáculos el camino a una gran confederación indo latina que proteja a estos pueblos contra el poder absorbente del imperialismo yanqui.
Se lamenta de la desunión y el servilismo en América Latina y cifra en la unidad y la lucha las esperanzas de redención.
A través de Mella, estudia textos de contenido marxista-leninista, entre ellos El imperialismo, fase superior del capitalismo; El Estado y la Revolución y el Manifiesto Comunista. En ese quehacer Villena se pertrecha de concepciones más profundas acerca de la lucha y concluye que es inevitable la necesidad de romper la dependencia neocolonial cubana respecto a los Estados Unidos y dirigir la lucha hacia el derrocamiento del capitalismo y la construcción del socialismo.
En septiembre de 1927 Rubèn Martínez Villena ingresa al Partido Comunista de Cuba. En 1930, redacta un Manifiesto del Comité Central de esa organización, donde se expone con claridad una línea de acción: Despertar a las masas obreras y campesinas e ir al frente de ellas a la Revolución obrera y campesina, contra la dictadura machadista y contra su amo, el imperialismo yanqui.
Como objetivo se traza el  derribamiento del régimen capitalista y la instauración de la dictadura del proletariado para expropiar a los expropiadores y para edificar la sociedad socialista en que no existan ni explotados ni explotadores, sino solo productores, organizados en fraternal cooperación con los productores de otros países.
En 1930, la salud del joven revolucionario se había quebrantado de una forma irreversible, como consecuencia de una tuberculosis. Así, luego de la gran huelga de marzo de ese año y la organización de las disímiles tareas bajo su dirección, marchó hacia la entonces Unión Soviética, donde fue recluido en un sanatorio. Aún en esas condiciones, no dejó de trabajar. De una larga estancia en ese país, partió hacia los Estados Unidos, donde estableció rápido contacto con los emigrados revolucionarios cubanos y el Partido Comunista estadounidense, a la vez que escribió numerosos artículos a favor de la lucha cubana.
De regreso a Cuba, desde su lecho de enfermo continuó dirigiendo la huelga general que en 1933 derrocó al tirano proimperialista Gerardo Machado. Y aún moribundo, continuaba hablando de la lucha.
En la madrugada del 16 de enero de 1934, en La Habana, dejó de latir el corazón de Rubèn Martínez Villena, el dirigente comunista, abogado, poeta, periodista y combatiente, en plena juventud.
Hoy puede decirse que las ideas de este ejemplar revolucionario y luchador comunista, están materializadas en la obra de la Revolución cubana.
En su Mensaje lírico civil, poema dedicado a su amigo, el poeta peruano José Torres Vidaurre (en 1923) Villena expresa con indignación y pesar que  Hace falta una carga para matar bribones/ para acabar la obra de las revoluciones/ para vengar los muertos que padecen ultraje/ para limpiar la costra tenaz del coloniaje. Para que la República se mantenga de si/ para cumplir el sueño de mármol de Martì (…)
Evocando esas aspiraciones de Rubèn y demostrando la continuidad de la lucha del pueblo cubano por su independencia, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó en Santiago de Cuba, en un discurso conmemorativo por un aniversario del asalto al Cuartel Moncada: Desde aquí te decimos, Rubèn: ¡el 26 de Julio fue la carga que tú pedías! Y esa carga sigue en marcha.

Julio Antonio Mella fue también víctima del terrorismo




.Orlando Guevara Núñez

El joven revolucionario cubano Julio Antonio Mella, asesinado el 10 de enero de 1929 en México, fue acusado injustamente como terrorista por el gobierno tiránico de Gerardo Machado, el que ordenó su muerte, ejecutada por pistoleros, con la ayuda de un agente que desde 1907 aparecía en la lista de pagos de los confidentes del ejército de ocupación militar de Estados Unidos en Cuba.
¿Por qué fue Mella acusado de terrorista? Fue él quien en la república mediatizada retomó la esencia del pensamiento radical martiano y la unió con las ideas del marxismo- leninismo para elaborar un programa dirigido a la conquista de la libertad e independencia de Cuba.
De esa forma, supo Mella enlazar el pensamiento rebelde e independentista del siglo XIX cubano con el del siglo XX.
Esas ideas y esa acción, le ganaron de inmediato el odio de la tiranía de turno, siempre en complicidad con las autoridades de los Estados Unidos, que estaban dispuestos a defender sus intereses dominantes en Cuba a cualquier precio, incluyendo la persecución y el crimen.
Nacido el 25 de marzo de 1903, Julio Antonio Mella comienza su vida de lucha en la Universidad de La Habana, donde es estudiante de Derecho, cuando aún no había cumplido los 19 años de edad.
Su actividad revolucionaria lo lleva prontamente a una posición dirigente. El 20 de diciembre de 1922 crea la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) desde la cual establece una lucha por la autonomía de esa institución, la asignación de fondos para el desarrollo de la enseñanza, por la representación estudiantil en el Claustro y por la Reforma Universitaria.
Con una visión correcta sobre el carácter de la lucha, difunde entre el estudiantado las ideas revolucionarias, internacionalistas y antiimperialistas, y proyecta la unidad de los estudiantes y los obreros para transformar el sistema político cubano, sobre la base de la justicia social para todos.
En noviembre de 1921 había creado la Universidad Popular José Martí, propiciando el ingreso a ésta de unos 400 obreros.
Ya en 1924, como muestra de su madurez y proyección política, había ingresado a la Agrupación Comunista de La Habana, creada por Carlos Baliño, quien en 1892, en compañía de José Martí, fundara el Partido Revolucionario Cubano, con el objetivo de conquistar la independencia de Cuba y contribuir a la de Puerto Rico. El 16 de agosto de 1925, ambos dirigentes fundan el Partido Comunista de Cuba.
La febril actividad organizativa de Mella no tiene tregua. Crea la Confederación Obrera Nacional de Cuba y la Sección Cubana de la Liga Antiimperialista de las Américas. La dictadura de Machado, comprometida hasta la médula con el gobierno de los Estados Unidos, desata una feroz persecución contra el joven líder, lo encarcela, lo acusa de poner bombas y planea sin escrúpulo alguno su asesinato.
Mella parte entonces hacia el exilio en México, con el objetivo de continuar preparando la insurrección para la liberación de Cuba.
En el país azteca, ingresa al Partido Comunista Mexicano, llega a ser secretario general de la Liga Antiimperialista de las Américas y comienza a organizar la Asociación de Nuevos Emigrados Cubanos, con el fin de organizar la lucha insurreccional en su Patria.
Su vocación internacionalista la materializa al crear el Comité Manos Fuera de Nicaragua, en contra de la agresión norteamericana a ese hermano país. También, junto a revolucionarios venezolanos, planea el derrocamiento del régimen tiránico de esa nación, para unir luego fuerzas y conquistar la independencia cubana.
Esas son las actividades, la obra de Julio Antonio Mella, por lo cual lo acusan de terrorista y lo convierten en víctima mortal del terrorismo, cuando contaba con sólo 26 años de edad.
Los asesinos lo balearon en plena calle. Y para la historia cubana ha quedado la frase con la cual Mella selló el último aliento de su fructífera vida: ¡Muero por la Revolución!
Hoy,  se repite con descaro la acusación a Cuba como país terrorista. Son los mismos acusadores y los mismos asesinos. Sólo que esta vez se acusa falsamente a todo un pueblo, pero también con la diferencia de que ahora, todo ese pueblo, repite con patriotismo la última frase de Mella, la disposición de morir por la Revolución antes que perderla.

viernes, 6 de enero de 2012

Nuestros niños, como lo soñó Martí, son la esperanza cultivada




Orlando Guevara Núñez


La provincia de Santiago de Cuba, con más de un millón de habitantes, terminó el año 2011 con una tasa de mortalidad infantil de 5,9 por cada mil nacidos vivos. Aún cuando está por encima de la media nacional, 4,9, es un buen resultado, superior,  al de muchos países desarrollados, incluyendo a los Estados Unidos.
Si se compara la alta tasa en esta región oriental cubana antes de 1959 – más de 60 fallecidos por mil nacidos vivos- se puede llegar a la conclusión de que de cada 12 niños que morían antes de cumplir el primer año de edad, ahora 11 preservan la vida.
Eso es explicable porque en Santiago de Cuba, de 198 médicos que existían, la mayoría de ellos privados, ahora existen más de 7 mil, al tiempo que las instituciones asistenciales abarcan a toda la  población, aún en los lugares más intrincados de una geografía montañosa que abarca casi las dos terceras partes de este territorio.
Como en todo el país, en Santiago de Cuba funciona un programa que atiende a los niños desde que se forman en el vientre de la madre. Y ahora está en marcha un programa para la atención a la mujer aún desde antes de su gestación, para la prevención de riesgos y aseguramiento de una concepción segura.
En Cuba, de esta forma, se hace realidad la prédica martiana de que los niños son la esperanza del mundo, por lo cual se garantiza no solo que vengan a este mundo de forma sana, sino también que crezcan con salud, con educación y se preparen para una vida útil

jueves, 5 de enero de 2012

La Fiesta de los Reyes Magos



.Orlando Guevara Núñez

He escuchado muchas veces  la defensa de que el 6 de enero,  antes de 1959 Fiesta del  Día de los Reyes Magos, debe revivirse como tradición en Cuba. Algunos recordarán con añoranza la esperada visita; otros, quien sabe si la mayoría, guardamos ese recuerdo como parte de un pasado al cual nos resistimos a volver.
Me cuento entre quienes, la noche del cinco de enero, se acostaban más temprano que de costumbre, bajo la creencia inculcada de que si los Reyes Magos llegaban y uno estaba despierto, no entrarían, ni dejarían juguetes.
Pero en mi humilde barrio rural, no valía acostarse temprano. Ni Melchor, Gaspar ni Baltazar entraban, tal vez porque los caminos se harían muy difíciles para los camellos cargados. Bueno, cargados no, porque a las pocas casas que alguna vez fueron, parece que la carga principal la habían dejado en las casas de los niños ricos. La única explicación era que los niños de allí nos habíamos portado mal y eso lo sabían los Reyes Magos.
La credencial de buena conducta la poseían solo los hijos de los ricos.
Recuerdo que mi Rey Mago preferido era Baltazar. Pero no me iba bien con él. Le escribí entonces a Gaspar y me pasó lo mismo. Los mandé a los dos para el c…..y sólo se me escapó Melchor porque nunca llegué a pedirle nada. De todas formas, seguía creyendo en ellos.
Una noche, mi hermano Osmar, mayor que yo, se propuso y lo logró, desentrañar el secreto de los Reyes Magos. Fingió estar dormido. Y vio con sorpresa a mi madre colocando unos sencillos juguetes, al tiempo que recogía las carticas y las yerbitas que habíamos dejado para los camellos.
Por eso ese, el  día que antes de tiempo se rompió el encanto y desapareció la ilusión de los Reyes Magos en mi conciencia, no sufrí tanto. Para más exactitud: no sufrí nada, ni culpé a mis padres por el engaño piadoso. Los quise más y me sentí conmovido pensando en la angustia de ellos para arrebatarle a la pobreza unos pocos pesos cada enero y alimentar así mis fantasías de niño.
No critico a quienes quisieran revivir ese pasado. Mi conciencia, sin embargo, me hace sumar a quienes siguen identificando aquéllo como  muestra de una terrible discriminación a  los niños pobres y a sus pobres padres, quienes seguro sufrían con igual intensidad y sensibilidad el mal.
Por eso no he olvidado nunca cuando en su Marcha Triunfal del Ejército Rebelde, en enero de 1959,  el Indio Naborí, calificó a los victoriosos combatientes rebeldes como Reyes Magos rejuvenecidos y con cinco días de anticipaciòn.
Así, en nombre de Héctor, Osmar, Daisy, Elda, Nancy, Mario, Chichío, Paìto, Agustín, Siria, Fredesvinda, Tony, Carlos, Cora, Estrella, Jorge, Victoria, Ébora, Mercy, Agustina y Virtudes, los niños y niñas de mi barrio, me atrevo a  alegrarme cada 6 de enero de que todo sea distinto. Y no es por despreciar tradiciones, sino por amar sólo aquellas que nos alimentaron desde niños y nos siguen engrandeciendo como seres adultos

Carta al presidente Obama


Sr. Barack Obama

Presidente de los Estados Unidos de América


No hace falta ser jurista para identificar la injusticia. No hace falta profesar una misma ideología para tener sentimientos humanos y ser fieles a la verdad y  respetar los derechos de los demás. Solo hace falta honestidad y conocimiento de causa para saber que los cinco cubanos presos en los Estados Unidos, por ser antiterroristas, son inocentes víctimas de la maldad y la injusticia.
Usted, presidente Obama, es abogado. Usted no solo tiene la responsabilidad de conocer las leyes de su país, sino también la obligación de respetarlas, defenderlas  y hacerlas cumplir. ¿Cómo es posible que usted admita la violación de su propia Constitución y permita que el odio y la irracionalidad ocupen el lugar de las leyes en un país que se auto titula el mayor defensor de la justicia, de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos len el mundo?
Usted conoce bien que el proceso contra Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René fue ilegal desde su inicio. Sabe que no hubo espionaje, que no existió plan alguno para cometer asesinato ni para atentar contra la seguridad de su país.
Sabe que la misión de ellos en los Estados Unidos era monitorear a grupos terroristas que operan impunemente contra Cuba desde ese territorio, y ejercer su derecho de defender a su pueblo – y también al de usted – de actos criminales sembradores de muerte y luto.
El ensañamiento, sin embargo, no ha sido solo contra los Cinco. Ha castigado también  a sus familiares. ¿No es digno de lástima –por su muestra de impotencia-  un gobierno que declare a esposas y niños de cinco prisioneros como una amenaza para su seguridad nacional?
Cerradas todas las puertas de la justicia, muchas personalidades del mundo, organizaciones, grupos de solidaridad e instituciones, le han solicitado a usted ejerza su facultad como presidente para poner en libertad a los Cinco. No se trata, incluso, de perdonarlos, pues son ellos quienes merecen se les pida perdón. Usted, hasta ahora, no ha sido receptivo a ese clamor que cada día gana fuerza de conciencia en millones de personas a escala universal.
Quisiera confiar en su honestidad, pero necesitaría pruebas convincentes para respaldar esa esperanza. En sus manos está lavar la afrenta que hoy empaña su sistema judicial o fijar más la mancha.
Nuestro Héroe Nacional, José Martí, nos enseñó que dos marcas puede escoger el hombre para su frente. Una es la del deber cumplido; la otra, la del deber incumplido. Liberando a los Cinco, usted podría llevar en su frente la marca que más honra.
Con un respetuoso saludo,

Orlando Guevara Núñez, periodista,
Santiago de Cuba, Cuba
Enero 5 de 2012
“Año 54 de la Revolución”

martes, 3 de enero de 2012

Mortalidad infantil en el 2011 ¡¡4,9!!

Las Tunas —con 3,5— logra la más baja tasa del país. Siete provincias por debajo de la media nacional. Se producen 5 317 nacimientos más que los ocurridos en el 2010. Diecisiete municipios con cero mortalidad infantil. Las mujeres en edad fértil deben establecer una adecuada planificación familiar
JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu
Fotos: Yaimí RaveloEn los últimos cuatro años Cuba alcanza cifras inferiores a 5 en la tasa de mortalidad infantil —la más baja en las Américas junto a Canadá—, sustentada en la política sanitaria del Gobierno revolucionario que garantiza la equidad en el acceso a los servicios asistenciales que reciben la madre y el niño.
La justeza social se revela de modo inequívoco cuando observamos el comportamiento de ese indicador en las 15 provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud. Las que presentan en el año recién concluido un resultado superior a la media nacional de 4,9 no sobrepasan el 7,9. (Ver recuadro)
Estados Unidos, que mantiene una criminal guerra económica de medio siglo contra nuestro país, registra una mortalidad infantil de 7, aunque atendiendo a las humillantes de-sigualdades entre ricos y pobres, en las franjas donde habita la población más desposeída esta tasa es, como mínimo, 2,5 veces superior. Y unos siete millones de niños carecen de cobertura sanitaria.
Fotos: Yaimí RaveloComo sabemos, la tasa de mortalidad infantil, que mide el riesgo de morir durante el primer año de vida —el más crítico en la supervivencia de un ser humano—, es expresión de la calidad con que un país atiende y protege a la madre y al niño, su salud, su seguridad material, su educación y socialización. Es por ello un indicador demográfico internacional que muestra de forma sintética esos avances.
Según datos preliminares ofrecidos a Granma este primero de enero por la Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública, en el 2011 se produjeron 133 063 nacimientos, que representan 5 317 más que los ocurridos en el 2010.
Siete provincias logran tasas por debajo de 4,9. Son ellas, Las Tunas (3,5), Artemisa (3,9), Pinar del Río (4,0), Holguín (4,0), La Habana (4,3), Ciego de Ávila (4,4) y Granma (4,4). De los 168 municipios del país, 17 tienen cero mortalidad infantil.
Cuando interrogamos cada año a expertos en el tema sobre cómo Cuba hace posible estas favorables tasas de mortalidad infantil, las respuestas suelen ser del mismo tenor: voluntad y decisión política, un alto grado de escolarización de la población, un abarcador programa de vacunación con una cobertura de prácticamente el ciento por ciento de los niños, y un sistema sanitario universal, accesible y gratuito, que rescata ahora la concepción inicial del Programa del Médico y Enfermera de la Familia para lograr un sistema de salud más eficiente y sostenible.
A ello se suma la alta calificación científico-técnica de nuestros trabajadores de la salud, con su proverbial entrega y solidaridad humana.
Son conocidos los múltiples cuidados que reciben las embarazadas en nuestro país. Por el significado que entraña para la seguridad y felicidad de las familias cubanas, recordemos a modo de ejemplo las atenciones que se les brindan mediante los servicios de Genética a nivel del área de salud.
Al inicio del embarazo se establece la clasificación del riesgo genético; estudio de electroforesis de hemoglobina para identificar portadoras de anemia drepanocítica (sicklemia); si la gestante es portadora se practica el estudio al esposo, y si ambos lo son, se realiza al hijo por nacer el diagnóstico de la condición de sano, portador o enfermo.
También se hace Ultrasonido genético en el primer y segundo trimestres del embarazo, y un estudio de alfafetoproteína para la identificación de defectos del sistema nervioso central. A las gestantes de 37 y más años, las de mayor riesgo de tener un bebé con enfermedades debidas a alteraciones cromosómicas (Síndrome Down, por ejemplo) se les da la posibilidad de realizarse un estudio prenatal citogenético.
Afirman especialistas del Programa de Atención Materno-Infantil que es posible lograr aún mayores seguridades para la mujer y su descendencia, y hacen un llamado a la autorresponsabilidad de las mujeres en edad fértil para que establezcan una adecuada planificación familiar, que comprende investigaciones previas, a fin de que aseguren su buena salud durante la gestación y minimicen los riesgos.
Los médicos de familia brindan esa atención y dan seguimiento a los trastornos vinculados al riesgo preconcepcional. Para ello se debe acudir a consulta, como mínimo, seis meses antes de la planificación de un embarazo deseado. Estos riesgos están relacionados fundamentalmente con la desnutrición, anemia, hipertensión, diabetes mellitus, hipotiroidismo, infecciones de los aparatos reproductivo, urinario y respiratorio (asma).
Para que el indicador de mortalidad infantil, expresión del índice de desarrollo humano, pueda seguir decreciendo se requiere de los esfuerzos de nuestro sistema sanitario y, también, de un mayor compromiso individual y social en la adopción de medidas que conduzcan a embarazos responsables.
MORTALIDAD INFANTIL POR PROVINCIAS
(ÚLTIMOS CINCO AÑOS)
Provincias 2007 2008 2009 2010 2011 (***)
Pinar del Río 5,4 5,7 3,9 5,0 4,0
Prov. Habana (*) 5,6 4,2 5,0 5,2 --
Artemisa (*) --  -- -- -- 3,9
La Habana (**) 5,0 5,7  4,9 5,0 4,3
Mayabeque (*) --  -- -- -- 5,7
Matanzas 4,4 4,1  4,5 3,7 5,4
Villa Clara 5,5 3,3  4,4 2,5 5,7
Cienfuegos 7,1 4,8  6,8 3,7 5,0
Sancti Spíritus 4,1 4,2 3,6 4,9 5,9
Ciego de Ávila 7,0 6,9 5,8 5,4 4,4
Camagüey 4,2 4,7 4,0 4,4 5,6
Las Tunas 4,4 2,7 3,6 5,5 3,5
Holguín 5,0 3,3  3,5 3,1 4,0
Granma 5,3 4,0  5,3 4,7 4,4
S. de Cuba 5,9 6,1 6,7 5,3 5,9
Guantánamo 6,1 5,7 4,6 5,7 6,1
I. de la Juventud 5,3 2,9 9,2 2,8 7,9
NACIONAL 5,3 4,7 4,8 4,5 4,9
Fuente: Dirección Nacional de Estadísticas del MINSAP.
(*) El 10 de enero del 2011 la provincia de La Habana dio origen a dos nuevas provincias: Artemisa y Mayabeque.
(**) Ciudad de La Habana fue designada entonces como La Habana con igual número de municipios.
(***) Datos preliminares
      
17 MUNICIPIOS CON CERO MORTALIDAD INFANTIL, 2011
PROVINCIAS MUNICIPIOS PROVINCIAS MUNICIPIOS
Pinar del Río Viñales Cienfuegos Palmira
Artemisa Mariel   Rodas
  Guanajay Ciego Ávila Bolivia
Mayabeque Melena del Sur    Majagua
Matanzas Perico  Camagüey Najasa
  Pedro Betancourt Holguín Cueto
  Los Arabos  Granma Buey Arriba
Villa Clara Quemados Guantánamo Caimanera
  Cifuentes    
Fuente: Dirección Nacional de Estadísticas del MINSAP. (Tomado del periodico Granma!