lunes, 25 de junio de 2012

Otros 20 millones de dólares yanquis contra Cuba



Orlando Guevara Núñez
El gobierno de los Estados Unidos  ha dado a conocer  -mediante una carta del Departamento de Estado al Congreso - la asignación de  otros 20 millones de dólares para promover y financiar la subversión contra Cuba.
De nuevo, los fondos de los contribuyentes norteamericanos son destinados a subvencionar la contrarrevolución y los propósitos de destruir a la Revolución cubana.
Pretenden incrementar el “acceso a tecnologías”  a los llamados disidentes     -léase mercenarios - cuyo único fin es lucrar con esos fondos  y servir a los intereses  reaccionarios del  gobierno norteamericano y de la mafia contrarrevolucionaria radicada en ese país.
Invocan la “democracia digital” los mismos que hacen todo lo posible por privar a Cuba de ese derecho. Para ellos, esa democracia consiste solo en que gocen de ese recurso los que lo utilizan para mentir deliberadamente sobre la realidad del proceso revolucionario cubano. La palabra democracia, la identifican sólo con el derecho a mentir, a tratar de subvertir el orden en otros países.
Para ese fin, suministrar computadoras, DVD, teléfonos celulares y otros medios a individuos dispuestos a traicionar a su país y vender su moral y sus  principios por los dólares que les pagan.
El gobierno norteamericano sabe de sobra – y la propia SINA lo ha reconocido - que los auto titulados  “líderes de la oposición” no pasan de ser charlatanes sin el más mínimo respaldo ni siquiera de quienes los acompañan en sus fraudes.
En realidad, han fracasado en el intento de creación de esos “líderes” para cuya producción han escogido la peor  materia prima: delincuentes comunes, personas sin autoridad moral, oportunistas  y demagogos cuyo propósito es lucrar del dinero que reciben, hasta crearse avales que les sirvan para emigrar  hacia los Estados Unidos.
Bajo el pomposo nombre de “apoyo humanitario a personas políticamente marginadas” saben que  pagan  a  personas sin el menor  rasgo de patriotismo, enemigos del pueblo a quien dicen representar.
Los cubanos conocemos muy bien esa historia. Y ellos conocen muy bien a nuestro pueblo. Por eso le temen más a las masas que a los representantes del orden. Conocen que en Cuba no se reprime a nadie y que cuando han realizado provocaciones, el papel de nuestra Policía ha sido protegerlos. Es sabido que el mercenario actúa  hasta  donde “la paga” no signifique un verdadero riesgo para ellos.
Podrán continuar asignando millones de dólares cada año. Pueden estar seguros, sin embargo, de que ni todos los millones del gobierno juntos, podrán  hacer mella en la conciencia revolucionaria del pueblo cubano, ni podrán organizar una subversión interna, ni formar  los “líderes”  contrarrevolucionarios, que sólo existen en su imaginación.
Una pregunta que podría hacerse  es cuántos de esos 20 millones de dólares llegarán realmente a Cuba y cuántos se quedarán en manos de quienes   esas acciones contra nuestro país forman parte de un lucrativo negocio. No sería la primera vez.
Mientras tanto, el  gobierno auto titulado “campeón” de la democracia, se revela ante la opinión pública como lo que es: un violador constante de los derechos soberanos de los pueblos,  un cómplice incondicional de los mercenarios,   un financista de las peores causas que existen en el mundo,  y el enemigo número uno de la verdadera democracia.

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