jueves, 5 de enero de 2012

Carta al presidente Obama


Sr. Barack Obama

Presidente de los Estados Unidos de América


No hace falta ser jurista para identificar la injusticia. No hace falta profesar una misma ideología para tener sentimientos humanos y ser fieles a la verdad y  respetar los derechos de los demás. Solo hace falta honestidad y conocimiento de causa para saber que los cinco cubanos presos en los Estados Unidos, por ser antiterroristas, son inocentes víctimas de la maldad y la injusticia.
Usted, presidente Obama, es abogado. Usted no solo tiene la responsabilidad de conocer las leyes de su país, sino también la obligación de respetarlas, defenderlas  y hacerlas cumplir. ¿Cómo es posible que usted admita la violación de su propia Constitución y permita que el odio y la irracionalidad ocupen el lugar de las leyes en un país que se auto titula el mayor defensor de la justicia, de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos len el mundo?
Usted conoce bien que el proceso contra Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René fue ilegal desde su inicio. Sabe que no hubo espionaje, que no existió plan alguno para cometer asesinato ni para atentar contra la seguridad de su país.
Sabe que la misión de ellos en los Estados Unidos era monitorear a grupos terroristas que operan impunemente contra Cuba desde ese territorio, y ejercer su derecho de defender a su pueblo – y también al de usted – de actos criminales sembradores de muerte y luto.
El ensañamiento, sin embargo, no ha sido solo contra los Cinco. Ha castigado también  a sus familiares. ¿No es digno de lástima –por su muestra de impotencia-  un gobierno que declare a esposas y niños de cinco prisioneros como una amenaza para su seguridad nacional?
Cerradas todas las puertas de la justicia, muchas personalidades del mundo, organizaciones, grupos de solidaridad e instituciones, le han solicitado a usted ejerza su facultad como presidente para poner en libertad a los Cinco. No se trata, incluso, de perdonarlos, pues son ellos quienes merecen se les pida perdón. Usted, hasta ahora, no ha sido receptivo a ese clamor que cada día gana fuerza de conciencia en millones de personas a escala universal.
Quisiera confiar en su honestidad, pero necesitaría pruebas convincentes para respaldar esa esperanza. En sus manos está lavar la afrenta que hoy empaña su sistema judicial o fijar más la mancha.
Nuestro Héroe Nacional, José Martí, nos enseñó que dos marcas puede escoger el hombre para su frente. Una es la del deber cumplido; la otra, la del deber incumplido. Liberando a los Cinco, usted podría llevar en su frente la marca que más honra.
Con un respetuoso saludo,

Orlando Guevara Núñez, periodista,
Santiago de Cuba, Cuba
Enero 5 de 2012
“Año 54 de la Revolución”

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